Capitulo 1 -

"-Mi última voluntad es ser fusilado en Ishtar - dijo con voz seca"

"- Esa es una estratagema para ganar tiempo-"

"- Ustedes pidieron mi última voluntad. Allá ustedes si la cumplen-"

Se hizo su última voluntad. Tras una conversación entre militares se llegó al acuerdo de que, de esa manera, ese pueblo sería escarmentado con la sangre del condenado. En el pueblo se corrió rápidamente la voz de su llegada, por un campesino que había ido a cazar y vio el grupo a trote.

En poco apareció un grupo de militares, traían al condenado amarrado de manos por una soga tras su espalda que era sujeta, más arriba, por el comandante a cargo de la fusilación, Speed Sandoval. El pueblo se aglomeró en las calles a presenciar a la comitiva.

Dos erizas se abrieron paso entre la multitud con gran fuerza, y una de ellas corrió rápidamente para quedar frente al preso. El comandante Speed la amenazó, pero ella lo miro decididamente y con rabia.

"-Si tiene orden de disparar, hágalo- dijo"

El comandante miro a su alrededor y vio como la multitud empezaba a agitarse. Fue el preso quien le lanzo una mirada fría a la eriza y con voz firme le dijo:

"- Ve a casa, si quieres verme inténtalo por la vía legal-"

Aquella mirada que pocas veces había visto la eriza la paralizó. La comitiva siguió por medio de la ciudad, mostrando al sentenciado con cierto orgullo, como un trofeo difícil de conseguir y el mayor logro de los conservadores.

Fue llevado al cuartel de Ishtar, o más bien, a una escuela adaptada como cuartel. Allí le encerraron; en lo que antiguamente había sido para él, el aula de clases. Se acostó en la hamaca que estaba colgada para él y se dio impulso a si mismo con el pie mientras recordaba sus años de escolar.

"- Que ironía, la escuela nunca podrá ser vista por mi como lo que es.Si no, más bien, moriré con la idea de que la escuela no es mas que una cárcel. Así era cuando estudiaba y así es un par de años después-"

Mientras seguía pensando cosas del pasado, las dos erizas que se habían abierto paso entre la multitud, habían regresado a casa donde habían sido recibidas por un par de niños.

"- Mamá. ¿ que pasó afuera?- preguntó la hija mayor de sólo 4 años"

"- Nada hija, cosas de la guerra- Contesto su madre"

"-¿ Cuando acabará?-"

"- no lo sé, hay que esperar-"

La joven madre, para alegrar a su hija, le prometió un dulce de leche, a ella y a su otro hijo, el cual,estaba aprendiendo a caminar recién. Fue a la cocina y preparo el dulce. Dos para sus hijos y uno para el preso. Le dio a cada hijo su dulce de leche y arregló una bolsa con ropa limpia y el dulce de leche restante. Bajo sus faldas metió un revolver que siempre mantenía en su casa para defender a su familia y partió al cuartel.